El
Carnaval de Cádiz vuelve a sorprender y nunca defrauda. Agrupaciones Callejeras
que han acostumbrado al público a una calidad siguen manteniéndola; no se
pueden esperar obras maestras todos los días, ya lo hemos dicho otra veces.
Este
Carnaval 2017 se ha caracterizado, hasta ahora que quedan sábado y domingo de
piñata, además de Carnaval Chiquito, de una serie de elementos y factores
novedosos o, aunque repetitivos a lo largo del tiempo, traumáticos para
cualquier persona de alma sensible y con un mínimo de decoro ético.
La
agresión homófoba insiste en no querer abandonarnos. No es nueva. El enorme
prejuicio que, de forma evidente o latente, existe todavía y animado por la
estructura de pensamiento del machismo, dado que el machismo es heterosexual,
aparentemente, es el fundamento ideológico que viste esos actos de violencia física
o verbal.
Así
mismo ha sido gran tema la corrección política, llamadas a una corrección a las
que no pocas chirigotas han hecho caso omiso, en razón de su deseo de libertad
libérrima; chirigotas o romanceros que no han venido poseyendo un lenguaje de
reivindicación machista.
También
la limpieza y la higiene públicas han vuelto a ser tema, y eso que con la nueva
corporación municipal sí se puede, y se debe, en mi opinión, constatar que los
esfuerzos se han redoblado y la situación ha experimentado una ligera mejoría.
Sin embargo, los wáteres averiados de establecimientos a los que la ordenanza
municipal obliga a tener en perfecto estado como condición para su licencia de
apertura, o la disposición insuficiente o inapropiada de los wáteres móviles
instalados al efecto, así como la ausencia real de un verdadero plan de
papeleras, han vuelto a dejar en evidencia lo muchísimo que queda por hacer en
la fiesta grande de Cádiz, cultura por excelencia.
A falta
de que yo pueda recuperar observaciones de Carnaval durante el próximo Carnaval
Chiquito, u otros medios, dado que ya estas líneas las escribo desde Basel, a
la espera de que comience esta próxima madrugada su Carnaval, mis críticas
deben tomarse “a beneficio de inventario” (y esta expresión en homenaje
a la chirigota sevillana No te vayas todavía, y a su bombista Alba).
©Pablo Martínez-Calleja, 2017
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