viernes, 5 de febrero de 2016

Paco Rosado: "Estoy convencido de que, en cincuenta años, el Concurso ha perdido más que ha ganado."




Me permito traer a este blog el análisis de un muy buen conocedor del Carnaval de Cádiz, y que ha publicado en su muro abierto de feisbú.


"Ésta es la valoración que hago del COAC 2016, según mi gusto personal y sin recibir o aceptar presión alguna proveniente de consejos de amigos y adláteres.
En cuanto a las agrupaciones, esto es lo que he sacado en conclusión:
Mejor coro: La corte.
Mejor comparsa: La guayabera.
Mejor chirigota: Si me pongo pesao, me lo dices.

Mejor tango: La cazuela.
Mejor pasodoble de comparsa: La comparsa de los invencibles.
Mejor pasodoble de chirigota: Una especie en extinción.
Mejor grupo de coro: La vuelta a Cádiz en 80m mundos.
Mejor grupo de comparsa: Un fallo lo tiene cualquiera.
Mejor grupo de chirigota: Los sereníssimos.
Mejor estribillo de coro: Coroterapia
Mejor estribillo de comparsa: Los arqueros
Mejor estribillo de chirigota: El Niño Jesús que tiene…
Mejor cuarteto: A.L.C.A.R.A.J.O .
Mejor parodia: La Alcaldesa poseída (Las aventuras de Tontín)
Mejor popurrí de coro: Coroterapia .
Mejor popurrí de comparsa: OBDC: La vida es bella.
Mejor popurrí de chirigota: Los polvos egipcios.




Y dicho lo cual, lo que he visto me ha causado la siguiente impresión:
Estoy convencido de que, en cincuenta años, el Concurso ha perdido más que ha ganado.
Cuando muchas veces digo que el pasodoble y el tango han dejado de tener sabor a carnaval para convertirse en composiciones musicales exóticas, siempre me contestan que hay que evolucionar; y yo me pregunto: ¿Es evolución seguir (como se hacía en el siglo XIX) metiéndonos con las suegras como si fueran una institución dañina? ¿Es evolución, después de lo que les ha costado conseguir algunos derechos sacar a dos homosexuales a escena y llamarles mariconas?
El Concurso está marcado por la mediocridad y la incultura como si no hubiera pasado por él el tiempo para algo que no fuera la puesta en escena. Se están haciendo los cuplés que no podía hacer el Carota en los años 50/60 por culpa de la Censura; pero que, gracias a ella, el autor y sus colegas se estrujaron el cerebro para dotar a los cuplés de un ingenio que fue la envidia de España. Ese ingenio ha desaparecido y el público está encantado de que así fuera; por eso se desternilla al ver a un chirigotero con un pene de un metro de largo en una carretilla paseándolo por el escenario, o al ver que no sólo se nombra dicho pene con el nombre más ordinario posible, sino que se acompaña con un gesto basado en poner la mano izquierda sobre el brazo derecho y balancear el antebrazo para que quede claro de qué se está hablando.
La basura televisiva está haciendo mucho daño al Concurso porque de ella se está tomando el espíritu, el lenguaje y los personajes.
Con respecto al espíritu, vemos cómo desde el mes de marzo ya empiezan los carnavaleros y aficionados de segunda fila (son los que se preocupan menos de una buena copla que del aspecto rosa del Concurso) a alimentar sus conversaciones con sucesos ocurridos en las agrupaciones (sobre todo en las comparsas) y sus estrellas: que si Fulano se ha ido con éste, que si Mengano no quiere participar más o que si Zutano le ha ofrecido dos partes al Cara conejo. Conformando, con esos mimbres baratos, autores que podrían tener mucho que decir, unos repertorios de periodismo rosa y amarillo muy escasos de calidad y de actualidad que no sea puramente carnavalera.
Sucesos que si en otras épocas traían sin cuidado a los aficionados, ahora traen al pairo a un personal aficionado al castraticismo y que muere por un gorgorito.
Eso genera un espíritu de retro-alimentación que es el que hace que la mayoría de los repertorios se nutran de coplas basadas en esos sucesos y de ahí deriva en las vergonzosas guerras que tanto vulgarizan los repertorios y en un meta-carnaval absurdo que convierte al Concurso en un reflejo de sí mismo y en una espiral sin sentido ni calidad ninguna.
El lenguaje que se está utilizando en las coplas es el más vulgar y zafio y, la mayoría de las veces, sin justificación ninguna.
A la edad que tengo, no me voy a asustar de determinadas palabras ni voy a dictar modos de hablar de cada uno, pero cuánto más elegante es un cuplé con su doble sentido y diciendo sin decir, que plagado de ‘borderíos’ rancios y que le quitan categoría a la copla, al Concurso y al Carnaval; y como eso está en el ánimo y en la boca del buen aficionado, no necesito extenderme más.
Se han cantado más de 400 cuplés ¿Con cuántos nos hemos reído? Y ya sabemos que en la mayoría de comparsas y coros el cuplé es una excusa para cantar el estribillo; pero ¿Y las chirigotas y los cuartetos? ¿Cómo un público que se ríe con una ordinariez cuartetera después exige cuplés super-elaborados? ¿Por qué para que la gente se ría a un cuplé no le basta un texto sencillo sino que hay que rellenarlo de efectos especiales?
No os quiero cansar mucho, por eso no me voy a poner a hablar aquí de otros defectos que, como están en la vida diaria, se reflejan en los repertorios; tales como el machismo o la xenofobia. Así que el año que viene lo desarrollaremos aquí."
Paco Rosado en facebokk
https://www.facebook.com/paco.rosado.96/posts/1864527990440200

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