Los del ukelele te dejan de piedra con la edad que tienen y la que aparentan. Podría ser que llenan ya la calle por el morbo del gel de frío y de calor…, ¡vaya usted a saber!
Divertidos. Allí estaba Amanda, de las inolvidables Amantis Religiosas, partida de la risa.
(Sigue un comentario crítico)
©Pablo Martínez-Calleja, 2016
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