Llegar
a Cadi es llegar a donde sea y encontrar el camino a José del Toro, en busca de
Javi (Usted está quí), desayunar en La clandestina, decir hola a Iván, a
Enrique, y tener el gran placer de abrazar a Miguel Ángel García Argüez. Así es
en Cadi, así empieza Cadi.
Se barrunta la tensión, huele a Carnaval: más que oler apesta ya... Y esta noche iremos a buscar la bendición Urbi et Orbe al Café de La Habana. ¿Habrá en La Habana un Café Cádiz?
©Pablo Martínez-Calleja, 2017
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