Desayuno en el Pópulo, "cómo que or vai a echá' la calle tan temprano?", se cuela la voz de al lao que habla por teléfono en la mesa de al lao en la calle Ancha. Ayer fue el desayuno en el Pópulo, después de que un barrendero que dijera que la canasta de plástico redignificada en recogedor pa' la escoba fuera una mierda y llamara a su compañero para reírse juntos por mi interés. "Que digo que podei ir revisando el piso...", sigue la voz penetrante que llega, calle arriba, hasta el Palillero.
Después de almorzar, y de rajar, de este y aquella, se dio la tarde interesante.
Armelgual estaba empetá. A los der Chapa no hubo manera de entendé lo que decían; luego los de Paquito se llevaron la afición al otro lao de la calle.
Pedripol sin sotana, vestido de befuino celebrante, que si las aguas, que si las arenas, que si los vientos, que si las subvenciones de los coros, que si el Carnaval ilegal más normativo de la Historia, y mira que Cadi de Historia... Ana magallanes cantó desde sus adentros ya casi sin voz.
Mucha gente y acercarse a escushá a la Koki y a su Antonio, y al postulante que se han echao, era cosa imposible, por las conversaciones de alrededor que los ahogaban. En Osorio mi intento se repitió, pero ya llegué a la última parte.
Fui a Osorio charlando con Paquito, que improvisaron una batea pa' su coro en el banco de la plaza. Después de aguantar todo tipo de impertinencias por querer hacer dos fotos y retirarme, "que llevamos tres horas esperando, yo también tengo una cámara y todos hacemos fotos", pues mira, yo no espero a una agrupación tres horas ni viniendo de Hamburgo. Escuché el principio, luego todos aquellos esperantes de desataron en conversación y me largué, dimitido ya el "amo a escushá". Paquito, ya os escucharé estos días.
La noche dónde podía terminar, en el Levante, con una gente lindísima y riendo sin parar de nuestras pamplinas.
©PabloMtnezCalleja, 2022