Un
ensayo general no justifica un artículo crítico, sería injusto. Sin embargo se
puede ver y decir, en plan de apuntes, el par de cosas que estas mushashas son
capaces de hacer.
Las
Jackies fueron; lo más grande que puede producir una nueva chirigota es superar
su anterior. Trabajo actoral que promete, con las peleas de ‘gayas’; el patio
de la prisión…
Se
adentran y bucean por los difíciles recovecos del lenguaje callejero del
Carnaval sin “el-coño-tu-hermana” ni “la parienta…” con un resultado que se
podrá saborear, y sin ningún puritanismo, y sin andar ‘jincándola’ por ahí,
pero con una barra de mortadela…
Una muy poca vergüenza. De
reinserción ná. Y los padres de cuerpo presente. Y dale con tocarse. ¡¡¡Y peleas
de gayas!!! Yo creo que debían de intervenir los guardias... Pero, claro,
empiezan de cantarle al Kichi ese, que los manda, y le hacen pecho a un
nacional... UN SINDIÓS.
La primera vez, ¡qué
gustito!; la segunda, MÁS.
©Pablo Martínez-Calleja,
2016